Charlamos con…

Ignacio Martínez

Ignacio Martínez

Destacado especialista a nivel mundial en la Evolución de Humana, Profesor del International Center for Leadership Development de la Fundación CEDE y Socio de Honor de la UNESCO.

ENTREVISTA A IGNACIO MARTÍNEZ MENDIZÁBAL

Antropólogo Atapuerca. Premio Príncipe de Asturias.

MASTER CLASS

Primera pregunta obligada a un especialista en la Evolución Humana, ¿por qué somos como somos y actuamos como actuamos?

Al igual que en el resto de los animales, el comportamiento humano tiene una base genética. Del mismo modo que los rasgos físicos, como el tener un cerebro enorme o cinco dedos en las manos y en los pies, las bases del comportamiento también están codificadas en nuestra herencia genética. Pero además del componente genético, en muchos animales también hay un componente que no es genético, se trata del aprendizaje, que usa la experiencia para encontrar las mejores respuestas a situaciones complejas. En el caso de las personas, el aprendizaje es mucho más importante que en cualquier animal y constituye una parte fundamental de nuestra conducta. La parte más importante de nuestro aprendizaje es social y consiste en aprender el conjunto de los conocimientos y tradiciones de la sociedad en la que nos ha tocado vivir, a los que llamamos cultura. Un buen ejemplo de esto lo constituye el lenguaje. Las personas venimos al mundo con una programación genética que nos habilita para aprender, por nosotros mismos, una lengua y es la cultura en la que vivamos la que determinará cuál será esa lengua. Pero en el comportamiento humano hay, además, un tercer componente que no se encuentra en los animales: el libre albedrío. Nuestra evolución biológica nos ha dotado de autoconsciencia y de la capacidad de imaginar situaciones futuras, lo que nos permite anticipar los resultados de nuestros actos y elegir en consecuencia. Volviendo al ejemplo del lenguaje, la genética habilita nuestra capacidad de aprendizaje de un idioma y la cultura determina cuál será nuestra lengua materna pero nuestra voluntad también nos faculta para aprender cuantas lenguas deseemos y, sobre todo, para decidir qué uso le daremos a esa capacidad.

Una de las características del ser humano que le han ayudado a evolucionar es el trabajo en equipo. ¿Está ahí la clave del funcionamiento de todo? ¿Incluidas las empresas?

Sin duda, la clave del éxito adaptativo del ser humano es su extraordinaria capacidad de trabajar en equipo, lo que implica ser capaz de renunciar a parte de los intereses propios inmediatos en aras de un mayor beneficio futuro y compartido. Esta capacidad de trabajar en equipo es común a todas las personas, aunque en grados diferentes, y siempre existe una tensión entre aquellas personas más individualistas y aquellas otras más colaborativas. El mayor o menor éxito de un grupo humano, como una empresa, depende en gran medida de la capacidad de dicho grupo para armonizar los diferentes intereses y personalidades de sus miembros.

¿Qué puede aportar la Antropología a los Recursos Humanos?

Cuando se habla de Antropología conviene tener en cuenta que existen dos ramas diferentes de esta ciencia. Por una parte, la Antropología biológica que se ocupa del estudio del componente biológico de las personas, tanto de sus rasgos físicos como de las bases biológicas de nuestro comportamiento. La Antropología cultural, o social, se ocupa del conocimiento de las diferentes culturas y de cómo éstas condicionan el comportamiento humano. Ambas disciplinas, a su vez, se solapan en muchos aspectos con el campo de la Psicología.

Tanto la Antropología biológica como la cultural revisten un especial interés para los departamentos de Recursos Humanos en tanto que aportan conocimientos científicos sobre las bases del comportamiento humano y ayudan a construir equipos de personas que funcionen armónicamente.

¿Podemos saber realmente qué sucede en una empresa a partir del estudio del comportamiento de sus trabajadores?

No soy un experto en este tema e imagino que depende mucho del tipo de empresa. Pero en aquellas empresas con vocación de longevidad y cuyos productos y/o servicios requieran la aportación de un alto valor añadido por parte de sus empleados, creo que sí se cumple la regla de que la salud de dicha empresa depende directamente del comportamiento y estado de ánimo de sus trabajadores.

Los métodos de análisis de las Ciencias Sociales requieren de procesos de observación muy largos. ¿Cómo se encajan dentro de las empresas en una sociedad que avanza tan rápido como la actual?

Los tiempos de observación dependen del tipo de proceso que se desee analizar. Hay procesos que son muy repetitivos y de corta duración que pueden ser comprendidos en unos pocos ciclos, pero también es verdad que los procesos más complejos, y a menudo los más interesantes, requieren estudios más profundos y, por ende, más largos. Sin embargo, los procesos complejos suelen presentar regularidades que, una vez entendidas, pueden ser aplicadas a diversas situaciones. Creo que lo importante está en saber determinar con precisión cuál es el proceso que se desea conocer y realizar una buena planificación del estudio.

La Antropología puede servir para conocer el contexto de la organización antes de afrontar cambios estratégicos o de cultura corporativa, pero ¿cómo puede ayudar en el trabajo diario de un departamento de Recursos Humanos?

Los cambios estratégicos o de cultura corporativa son dos buenos ejemplos de procesos complejos a los que me refería antes. Pero en el trabajo diario de un Departamento de Recursos Humanos también se plantea el solucionar problemas u optimizar procesos más sencillos referidos, por ejemplo, al trabajo diario en equipo de un parte de la empresa. Para estas cuestiones concretas, la Antropología ofrece también conocimientos de gran interés referidos a las bases, biológicas y culturales, del comportamiento humano.

¿Puede instaurar una organización estos métodos si no cuenta en su departamento de Recursos Humanos con un experto en Antropología?

Como ya he comentado anteriormente, el campo de la Antropología tiene una gran área de intersección con el de la Psicología por lo que los profesionales de ambas disciplinas pueden ayudar perfectamente a instaurar dichos métodos. No obstante, lo ideal sería poder contar con las dos visiones, la de la Psicología y la de la Antropología, en un Departamento de Recursos Humanos.

De la misma forma que no existen dos personas iguales, no existen dos organizaciones iguales. ¿Pueden aplicarse modelos y metodologías universales o compartidas a empresas concretas con personas reales?

La respuesta es que sí, siempre que no se trate de “recetas” simplistas, que no son exportables de una situación, o empresa, concreta a otra. Pero existen universales en la conducta humana, especialmente en el trabajo en equipo, que funcionan en todas las situaciones si se implementan correctamente a cada caso concreto. La capacidad de liderazgo de Julio César, Ignacio de Loyola o Nelson Mandela estaban basadas en los mismos principios y solo difierían en su adaptación a cada situación concreta.

 

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